En el tiempo que me queda

Escribo esto mientras estoy sentada a un lado de la camilla de mi papá en el hospital; tengo semanas alternando con mi hermana y mi mamá, su cuidado 24/7.
Mi papá hace tres años le diagnosticaron un EVC (enfermedad vascular cerebral); yo tampoco sabía que significaba pero de un tiempo para acá estoy más que familiarizada con los términos médicos pues me la paso aquí ( en el hospital) turnos de 12 horas o más. Aunado a lo anterior tiene cáncer de testículos con metástasis en el riñón y pulmones;  ah, y tiene cirrosis hepática.
Mi papá era un hombre alto, fuerte y con un carácter encantador; siempre con bromas, conocía a medio pueblo y tenía amistad con medio pueblo también. El hombre que describo se llama Germán, mejor conocido como " el cocorit", apodado así por el pueblo del que es oriundo; Cocorit Sonora, uno de los 7 pueblos Yaquis.
Uno de los hijos menores de una familia de 9 hijos y desde los 6 años comenzó a trabajar vendiendo chucherías en el cine.....
En este momento de la escritura, tenía programada una descripción del entorno de la vida familiar de mi papá pero al escribir el párrafo anterior me quiebro porque mientras escribo esto escucho si respiración forzada, volteo a verlo y lo primero que veo sus brazos llenos de hematomas (moretones) gigantes a causa de los anticuagulantes, sigo como scaner hacía arriba y miro sus orejas que ya se encuentran ulceradas (a pesar de las donas que le pusieron). Tiene úlceras en los talones, en las pompis y en el coxis una abierta.
Es obvio que su cuerpo está sumamente cansado. Ya no hay rastro de músculos en su cuerpo, es todo tendón y huesos, por lo tanto ha perdido toda movilidad e incluso el habla.
Cómo les había relatado antes desde hace tres años su vida cambió;  de ser un hombre activo al punto de no estar quieto, salió del hospital en silla de ruedas, aunque recuperó el movimiento de sus piernas gracias a una pelea que tuvimos en el carro afuera del hospital mientras esperamos a mi mamá quien terminaba el Papaleo de la alta y tooooodos los medicamentos que de ahora en adelante mi papá tendría que tomar.
Cuando salimos del hospital, se miró en el espejo de la visera del carro, y dijo:
No sé porque me pasó esto.
Claro, debió ser un shock muy grande mirarse en el espejo, cuando el se recordaba regordete y con su cabellera toda negra; siendo que saliendo del hospital pesaba 20 kilos menos y su cabello ya era todo gris.
Cuando mi papá hace tres años me dijo "no sé porque me pasó esto"; sufrí una crisis de colera, ira, impotencia, porque se me vinieron en cascada tantos recuerdos en dónde se le advirtió enojada, contenta, preocupada, suplicante que dejara de beber.
Mi papá, Don Germán, el cocorit, todo un alcohólico de esos que tocan fondo y ahí construyen su refugio y se quedan a vivir ahí. Un ejemplo de los que escuchas en AA en dónde te dicen que el alcoholismo es una enferdad física, mental y del alma, que si no es tratada te mata..... Y aquí estoy, cuidando a mi papá en agonía. 
Les había mencionado que  a causa del EVC, desarrolló demencia vascular??? 
Hace 3 meses comenzó a desarrollar muchos transtornos obsesivos compulsivos, les enumero algunos de ellos.
1.- Ponerle mermelada a las quesadillas.
2.- Ponerle ketchup al spaghetti.
3.- Sacarse popo del pañal y tirarlo al piso.
4.- Hablarnos cada 3 o 4 minutos para que lo levantaramos para ir de la cocina a la sala y de la sala a la cocina, esto durante todo el día.
5.- Levantarse para tocar tres veces la puerta de la cocina.
6.- Gritar que está amarrado cuando estaba tapado con sábanas.
7.- Persignarse 3 veces seguidas.
8.- Guardarse la comida en los cachetes y estarla escupiendo todo el día por toda la casa.
9.- Escupir los medicamentos.
10.- Aberración a sentarse en el baño.

Para evitar confusiones en el tiempo me referiré a mi papá antes de la enfermedad como el cocorit y después de la enfermedad como Don Germán (así lo llaman cariñosamente en el hospital).
Mi relación con el cocorit nunca fue la mejor, no supimos relacionarnos muy bien, esto puede ser porque mi hermana dulce y él tenían una excelente relación.
El cocorit tenía dos apodos cariñosos para mí; purrunky y aparato; este último porque decía que no me entendía, (para él yo era una especie de aparato muy complicado). Puedo entender que me dijera aparato y que no me entendiera bien. Cuando era niña mis papás desde los dos años notaron comportamientos que mi hermana no tenía y conforme fui creciendo fueron aumentando, hasta que me llevaron con especialistas para ver qué es lo que pasaba con "el aparato"
1.- Cuando comencé a caminar, era necesario darle primero una vuelta a la mesa de centro de la sala y luego una vuelta a la mesa del comedor ( con ese movimiento realizaba un 8), hecho esto, podía comenzar a caminar hacia cualquier dirección.
2.- Casi no dormía.
3.- Cuando no tenía lo que quería, solía agredirme, golpeando mi cabeza contra la pared o pellazcando mi cara.
4.- Mordía muy seguido a la gente que no era de mi agrado.
5.- Hasta el día de hoy, existen ciertos ruidos y luces que no soporto.
6.- Una plática si no es de mi interés dejo de escuchar a las personas y solo me quedo en presencia física pero mi mente ya está en otro sitio.
7.- Cuando comía, tenía que engancharme del brazo de mi papá, de no ser así, no comía.
8.- No dormía, al menos que me contaran un cuento todas las noches.

En esta última, mis papás se dividían la tarea de contarme el cuento. Mi mamá ya se sabía de memoria mis cuentos favoritos.
Los tres cochinitos.
Caperucita roja.
Blanca nieves.
Cenicienta.

En los tres cochinos mi mamá no se iba del cuarto sin decirme la moraleja: El flojo trabaja doble. En ocasiones no estaba de humor para escuchar esa moraleja porque sabía que cuando sacaba mis juguetes del juguetero, al terminar de jugar debía guárdalos y la verdad no era atractiva esa actividad para mí.

En la Caperucita roja, amaba la actuación digna de un Oscar de mi mamá para hacer las voces de la abuelita, Caperucita y el lobo feroz. Mi parte favorita era en dónde el lobo feroz disfrazado de la abuelita le dice a Caperucita..... Para comerte mejooooooor!!!! 
Mi mamá me hacía cosquillas; y aunque ya lo tenía super memorizado, no tienen idea de lo feliz que me hacía. Una vez más, la nostalgia invade mi corazón y satura mi garganta y comienzan a desbordarse mis ojos de agua.

En el cuento de blanca nieves, me encantaba que me cantara la canción: ahijó, ahijó, ahijó al bosque a trabajar.... En la Cenicienta me cantaba: chanacadula machicobula dividibabidibu. 

Me referiré a mi mamá como Kike, después les explicaré por qué.

El cocorit era más espontáneo a la hora de contarme cuentos, le gustaba inventarios, siempre tenía como protagonista a una niña de mi edad, que se parecía mucho a mi, lo cual me hacía enfurecer y terminaba gritandole a mi Kike para que fuera ella quien me contará el cuento. El cocorit hacía una especie de tonadita cuando rezaba : Había una veeeeez, una niña muuuuuuy llorona, que le gustaban muuuuuuucho los dulces..... en ese momento sabía que otra vez era yo.

 Cuando niña por las mañanas había dos canciones que eran impersindibles la de mi Kike que me cantaba para despertarme
,🎶🎵Buenos días alegria tatatirurirura, como amenció mi muñe, tatatirurirura🎵🎶
El cocorit para llamarme a desayunar:
🎶🎵A comer taracatacatacataaaaaa🎵🎶

Don Germán no me deja de sorprender; acaba de llegar a visitarlo, la mejor amiga de mi hermana desde los 6 años, parte de la familia. Don Germán tenía más de 3 horas dormido y sin reacción a ningún estímulo pero llega Eloy y dice las palabras mágicas " fafa fefe" y Dom Germán abre los ojos. El cocorit (Don Germán) ama el café y siempre cantaba por las mañanas (cuando se despertaba rabioso por un sorbo de café o dos o mil)..... 🎶🎵Fafa fefe🎵🎶. La reconoció; reconoció la voz de Eloy.
Lo del cocorit eran las amistades; desde las más sinceras y de toda la vida, hasta las convenencieras que tenía por el alcohol.
Me honrra saber que soy hija de un hombre que supo ser jefe..... Hace unos meses fui a la farmacia a surtir el medicamento de Don Germán y el farmacéutico me preguntó por la salud de mi papá; me comentó que fue su jefe y que era excelente jefe y ser humano, que le guarda un gran cariño.

Con estas letras no trato de santificarlo; no claro que no, si hasta hace poco le guardaba tanto rencor, por sus pecados de ojo alegre. Este escrito es una forma de callar un poco el ruido de mi mente mientras me encuentro hora y horas sentada en una silla de hospital lidiando con la enfermedad y la muerte.

El cuerpo de Don Germán está muy dañado ya, sus órganos están muy estresados; así me lo dijo su doctora cuando me dijo que su cuerpo ya iba a entrar en shock en cualquier momento.

En todo estos meses he llorado, pero escuchar esto último fue como una rafaga en mi memoria de distintos momentos y a la vez mil pensamientos.... Ok firmar la orden, llamarle a la Kike, marcarle a Dan.....

Estos 6 meses he vivido en una montaña rusa de emociones, mi cuerpo y mi psique ya están agotadas, por lo que aplicó la máxima de AA.  UN DIA A LA VEZ.

Te prometo papá que honrraré tu vida en el tiempo que me quede de vida.



Pd.- Tardé mas de un año en subir este post.

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